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Abdón Calderón, Ecuatoriano y Cubano

Es un honor e inmensa alegría saber que las relaciones entre los dos pueblos no han sido remotas o distantes, sino muy cercanas, el siguiente texto ha sido tomado del diario cubano Juventud Rebelde

El prócer de Ecuador Eloy Alfaro Delgado sintió una particular inclinación hacia nuestra Patria desde que conoció la historia del joven ecuatoriano-cubano, al que Sucre, el Mariscal de Ayacucho, rindió póstrer tributo.

En ello basa el joven Regino Sánchez Landrián, especialista del Museo Fragua Martiana, de Ciudad de La Habana, la temprana gratitud que sintió el patriota ecuatoriano Eloy Alfaro Delgado por sus amigos Martí y Maceo, y por la independencia de Cuba.

«De ahí que en sus dos períodos consecutivos como Presidente ayudara al movimiento revolucionario de Cuba y de América Latina».

HOMENAJE DE SUCRE

«Influyeron mucho en él, de niño, las narraciones épicas que le contara su madre, María Natividad Delgado, en las noches de la localidad ecuatoriana de Montecristi, en la provincia de Manabí, su región natal.

«Un habanero ilustre, Francisco Calderón, emigró a Ecuador en 1780 y tuvo que ver después con aquel primer grito emancipador del 10 de agosto de 1809 en Latinoamérica. El hecho despertó en Eloy Alfaro sentimientos de admiración y gratitud que se incrementaron al saber que ese cubano era el padre del abanderado de la histórica Batalla de Pichincha: Abdón Calderón de Garaycoa».

Sánchez Landrián revela que Abdón nació en Cuenca, Ecuador, el 31 de mayo de 1804 y que murió el 25 de mayo de 1822, un día después de la batalla que condujo el mismo Sucre.

«Aquel joven cayó siendo oficial del Batallón de Yaguachi, perteneciente a las tropas del referido Mariscal. Con 17 años, escaló las faldas del Pichincha con el estandarte de la emancipación en sus manos, y cuando sintió la metralla enemiga en su pecho, les gritó a sus compañeros que siguieran avanzando con él para conquistar la cima del monte, fuerte plaza de los españoles y realistas».

Sucre enseguida dictó disposiciones oficiales como homenaje póstumo al temerario joven con genes de cubano y ecuatoriano:

«Para honrar debidamente la memoria de Abdón Calderón de Garaycoa, no se nombrará otro Capitán a la Primera Compañía del Batallón de Yaguachi. En lo sucesivo pasará revista el expresado Calderón como si estuviese vivo; y cuando en las de Comisario sea llamado por su nombre, toda la Compañía responderá: “Murió gloriosamente en Pichincha; pero vive en nuestros corazones”. A la madre de Calderón (Manuela de Garaycoa y Llaguno) se le pagará mensualmente el mismo sueldo de que hubiera disfrutado su hijo en la clase de Capitán, a que fue ascendido después de su muerte por su extraordinario valor. Mariscal Antonio José de Sucre».